Desde el destete las cerdas fueron alimentadas con dietas estándar que sólo diferían en la concentración de Boro: dieta control vs dieta control+5mg/Kg de Boro. A partir de los 175 días de vida, las cerdas se alojaron en otras instalaciones para comprobar signos de celo. Las cerdas se inseminaron artificialmente y se alojaron en jaulas de gestación hasta los 107 días de gestación.
La edad al primer celo no fue distinta entre los dos grupos de cerdas, ni tampoco el número total de cuerpos lúteos y embriones al día 35 de gestación; sin embargo, la concentración de B en los embriones de 35 días fue significativamente superior en el grupo que recibieron el suplemento de B en la dieta (452 vs 4271 mg/Kg ; p<0,01). La suplementación con Boro (5 mg/Kg) incrementó el peso al destete (p=0,05) y tendió a incrementar el peso de los lechones al nacimiento (p=0,11) pero no varió ningún otro de los parámetros de la camada medidos.
Incluir Boro a la dieta de las cerdas puede mejorar la productividad a largo plazo. Además, se ha demostrado que la concentración de Boro es superior en los fetos de madres con el suplemento por lo que se demuestra que hay transferencia vía placentaria.
T.A. Armstrong, W.L. Flowers, J.W. Spears y F.H. Nielsen. Journal of Animal Science 2002. 80:154-161